EL DOCUMENTALISTA SIN CÁMARA
Cuando Laurent Saint-Criq, más conocido como Paul Marcoy- apostó a un marino inglés cruzar sudamérica desde las costas de Arequipa hasta el Oceano Atlántico en menos de tres meses, empezaba una de las grandes aventuras de nuestra historia, pero también nacía uno de los primeros documentalistas, solo que Marcoy no tenía cámara, solo lápiz y pinceles. Era 1843.
Cuando lees "VIAJE A TRAVÉS DE AMÉRICA DEL SUR" - el relato de esta experiencia-, viajas instantáneamente al pasado, porque las descripciones coloridas, irónicas y dramáticas del relato se acompañan por los dibujos de Marcoy, una suerte de memoria de viaje con gran detalle, propia del humanista y artista que emprendió la titánica tarea de recorrer montañas, rios y selvas en las condiciones más extremas posibles.
Marcoy ingresó a la selva navegando el rio Urubamba, llega hasta el Apu- Paro, el actual Ucayali, y en el trayecto convive con los machigüengas, ashaninkas, impetiniris, shetebo, conibo, remo, cocamas, omaguas e iquitos. De cada uno de estos pueblos hizo detallados dibujos de sus rostros, sus actividades, los sucesos más llamativos, una suerte de etnografía pictorica de la mano con la descripción de sucesos que dan clara cuenta de la personalidad de entonces: niños intercambiados como esclavos, la mujer como "bestia" de carga - en sus palabras-, la crucifixión de gente enemiga, la maquinaria productiva de la Misión de Sarayacu, la exhuberante biodiversidad. En sus diversos capítulos encuentras también perfiles de religiosos disidentes del sistema, militares en lucha por ganarse el respeto y personajillos políticos dispuestos a todo por destacar, una sociología amazónica que revela un periodo de transición de la colonia a la república, en tiempos donde el aislamiento del resto del pais era dolorosamente real.
Durante su viaje Marcoy estuvo a punto de perder sus dibujos y apuntes varias veces debido a numerosos naufragios, felizmente pudo rescatarlos de las aguas y secarlos al sol. Demás está decir que perdió la apuesta; el cruce de Pacífico al Atlántico duró un par de años, sin embargo todos ganamos con sus publicaciones que en su momento fueron objeto de descrédito debido a su estilo poco académico y por fuera de las sociedades científicas europeas de entonces.
Recién el 2001 se pudo contar con la versión en castellano de su libro, dos tomos que se leen sin parar, como una buena película que te engancha y no te deja gracias a sus continuos picos dramáticos. Lo valioso para la región Ucayali es que se trata quizás de los primeros registros visuales de la vida indígena y de sus escenarios naturales, Marcoy ha legado el primer libro-documental, una película en papel que todo amazónico debe conocer.
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