INAMBARI Y SUS ALDEAS SUMERGIDAS
La señora Carola detiene nuestra camioneta en nuestro paso por Lechemayo. Nos ofrece una pollada pro fondos de la nueva aula del colegio primario, a 8 soles y la ganancia será para el ladrillo y cemento. Colaboramos con tres super polladas y mientras comemos damos un vistazo a la comunidad, al colegio, a la posta, edificaciones que en unos meses serán inundadas por millones de metros cúbicos de agua.
La zona de Inambari es fronteriza con Cusco, Madre de Dios y Puno, un punto de estrechamiento del valle que ha sido elegida para construir una represa que tendrá más de 500 metros de alto e inundará una extensa área sobre Puno, inundando más de 20 comunidades, sumergiendo mas de 100 km. de la carretera interoceánica ya construída y destruyendo flora y fauna endémica del área de amortiguamineto del parque nacional Bahuaha Sonene.
Todo esto que de por sí es gravísimo, se suma a los ya conocidos impactos ambientales que traen megaproyectos de esta magnitud. Inambari se convertirá en la segunda represa más grande de América Latina, pero la más grande en impactos.
La cereza de este pastel: la energía producida será casi en su totalidad para...Brasil. Si, leyó bien, para nuestro hermano país.
Este proyecto no se visualizó en el Perú. Al igual que la carretera interoceánica es parte de los planes de expansión y crecimiento de nuestro vecino que requiere de una energía que ahora no posee. Dificilmente se puede generar energia hidroeléctrica en un país sin mucha pendiente y donde a veces los rios se secan, como ocurrió hace dos años con el rio Acre, desabastecido de agua básicamente por el desmatamiento del bosque, que es el principal generador de agua en la amazonia.
Construír una hidroeléctrica implica transformar el paisaje, la geografía y alterar la dinámica natural de las aguas que ya no fluirán libremente sino al ritmo que señale el requerimiento energético diario. Es un tema complejo que ya ha sido adecuadamente estudiado en diferentes paises. En nuestro país las grandes hidroeléctricas se encuentran principalmente en zonas andinas y el impacto de su construcción ha sido manejado en su momento considerando que eran pocas las familias afectadas y por lo remoto de su ubicación. En el caso de Inambari la afectación será enorme y el Ministerio del Ambiente aún no se pronuncia claramente.
La población de San Gabán y las otras futuras afectadas que visitamos la semana pasada están indignadas, sobre todo por el hecho de que NI SIQUIERA HAN SIDO CONSULTADOS sobre este proyecto. Se están tomando decisiones a espaldas de ello y eso lo consideran inaceptable. La negociación es directamente con Brasil y la reciente visita del presidente Lula el día 11 fué para concretar los acuerdos energéticos (son 8 represas las que se construirán), lo que no ocurrió debido a una discusión sobre el porcentaje de energía que cada país tendrá disponible.
Así están las cosas, por eso no sorprendió el paro que se realizó en esa región los días de la visita de Lula. La policía reabrió la via tomada a punta de bala, hubo heridos, gente indignada también. Es el inicio de un proceso complejo para nuestro país y de vida o muerte para la gente de Inambari.
Mientras tanto la señora Carola seguirá haciendo sus polladas junto a las madres de familia del colegio de Lechemayo para techar la nueva aula. Lo seguirán haciendo porque en su cabeza seguramente no cabe un despropósito tan enorme como el que planea realizar el Estado en su hogar, en su comunidad.
No pues, eso ya es cosa de una mente perversa.
Buen apunte.
ResponderEliminarlamentable pocos medios en el Cusco han tocado el tema.
Por otro lado, hace unos días vi la travesia de Chumpi, una aproximación muy respetuosa a la cultura achuar.
Felicitaciones.
Un abrazo,
César Venero
www.prensacontacto.com