Perú, un Paraíso de Aves

Año 2005, fuimos invitados por PROMPERÚ a filmar un viaje de exploración por la ruta de observación de aves del norte del Perú: un viejo sueño se hacía realidad, filmar un documental integramente de fauna en mi pais. Era el inicio de tres años de filmación continua de aves por todo el territorio nacional.

Como la mayoria de limeños que vivió su niñez en los años 70´s, tuve la oportunidad de crecer viendo los documentales de National Geographic, de Jackes Yves Cousteau y otros que, con las limitaciones del blanco y negro, nos llevaron a recorrer parajes fabulosos donde animales de todo tipo corrian, nadaban y volaban. Como olvidar esas inmersiones en el lago titicaca donde el minisubmarino del explorador francés permitía observar las ranas gigantes del titicaca. Como olvidar esa escena dramática cuando el conservacionista Felipe Benavides (a quien siempre agradeceré su apoyo cuando un funcionario del parque de las leyendas nos maltrató en nuestros tiempos de estudiantes de comunicación) perseguía y capturaba a un grupo de irresponsables quienes fusil en mano disparaban contra un cóndor en Paracas. Esa televisión fue nuestra inspiración y germinó un deseo secreto que felizmente ahora pudimos cumplir.

No iba a ser la primera vez que filmaba fauna. En mi primer documental sobre el Camino Inca filmamos algunos animales en el santuario de Machu Picchu, sin embargo no eran tomas espectaculares, eran muy sencillas y con las limitaciones de un lente de 6 aumentos. El 89 filmé animales en el Parque de la Leyendas, imágenes de animales cautivos que luego inserté en el documental. Mas adelante, como la mayoría de proyectos personales y trabajos institucionales que hice tenían que ver con medio ambiente o desarrollo sostenible, siempre aprovechaba para filmar alguna especie interesante de las diferentes regiones que visitábamos. Me quedaba claro desde entonces que esto no era fácil y para ese propósito se necesita un equipo adecuado, con excelente optica y una gran paciencia de parte del realizador porque las esperas son largas. Otro estilo es trabajar dirigiendo animales, es decir, guiarlos para hacer ciertos movimientos de acuerdo a un guión: ya lo había hecho con hormigas Isula (hormiga bala, paraponera clavata), también con un venado en Kentishani y Chaavaja (venado que se me escapó y luego logramos atrapar...tema de otro artículo, tambien con pelejos (perezosos), lagartos, peces y varios mas. Tenía mediana experiencia en la filmación de fauna, pero mucha mas en filmación de microfauna (insectos) y Parques Nacionales en general.

Confieso que el año 91, cuando Alejandro Guerrero presentó en TV la serie documental MANU, RESERVA DE BIOSFERA, sentí sana envidia por él y su camarógrafo el Sr. Zacarías. Ellos lograron filmar decenas de especies en sus habitats naturales con un resultado técnico aceptable y hubiese pagado por acompañarlos. Habían cosas conceptuales sobre las que discrepo de los documentales de Guerrero, pero no se puede negar la visión ecológica que tuvo en ese momento, ad portas de la cumbre de Rio del año 92. En esa época yo estaba afianzándome como realizador y no tenía ningún proyecto concreto sobre fauna.

Tuve que esperar hasta el año 2005. Como parte de la estrategia turística del Perú se presentó la idea de promover el turismo de observación de aves (birdwatching le dicen) y para empezar se decidió hacer una exploración oficial de la famosa ruta que desde hacia años recibía birdwatchers del mundo entero: la ruta del norte.

El Perú posee más de 1800 especies de aves, es el segundo en el mundo en diversidad de especies y el primero en especies endémicas que solo se encuentran aqui. Lo interesante de las aves en el Perú es que no es dificil verlas, como si ocurre en otros lugares, por eso existía desde hace años una importante afluencia de birdwatchers, visitantes que a diferencias de otros garantizan dos cosas: ser muy cuidadosos con el entorno (ecosistema sano=avistamiento de aves) y generar ganancias a la población local mediante guias, alquiler de caballos y derechos de ingreso. Es el tipo de turismo mas rentable y menos intrusivo y depredador.

Viajamos junto a un equipo de profesionales muy reconocidos: Heinz Plengue, Rob Williams, Pepe Alvarez y Lieve Coppin. Como se trataba de un viaje de exploración tuve que viajar solo, sin asistente, por eso decidí llevar una pequeña cámara MINI DV (VX 2000), un trípode y óptica completa para las tomas a distancia. Visitamos locaciones de Lambayeque, Amazonas, Cajamarca, San Martín y Loreto en mas de dos semanas intensas. Fue una suerte de "aprendizaje" sobre como filmar aves y tomar nota sobre los equipos indispensables y los tiempos necesarios para este fin. El resultado final es irregular ya que en algunas locaciones como Chaparrí se pudo trabajar con calma y empleando el trípode para lograr imágenes cercanas de las aves, cosa que fué imposible en la maravillosa Reserva Pacaya Samiria donde la constante fué el bamboleo del bote gracias al entusiasmo de mis compañeros que se movian maravillados buscando buenos angulos para fotografiar las decenas de especies que aparecian frente a nosotros. La anécdota de este viaje fué la busqueda de la que se considera el ave mas bella del Perú: el colibrí Cola de Espátula, a la que esperé hasta en tres ocasiones, camuflado, cerca a sus nidos y comederos por horas y que solo se animó a cruzar sobre nuestras cabezas raudamente. No se logró la toma.

¿Qué hay detrás de nuestro interés por filmar fauna?. En principio es un reto para cualquier realizador capturar escenas naturales de animales, escenas que transmitan su personalidad mientras ignora que un lente los escudriña. Además, otro reto es lograr que la calidad técnica de la toma (el encuadre, la composición, la iluminación, el foco, etc.) tengan el nivel requerido por el director. Finalmente esta especialidad apela a varias técnicas como el uso de señuelos, llamadas con playback, la espera, el camuflaje, la captura de especies o la busqueda exhaustiva donde el animal se convierte en una suerte de actor, de protagonista y como tal debe presentar algún movimiento o acción interesante, lo que muchas veces es el objetivo de horas y hasta días de trabajo. Esos momentos de espera y preparación nos ponen en comunicación con una forma de vida que piensa diferente a ti, por lo tanto te obliga a "ponerte en frecuencia" a sintonizarte con sus necesidades e intuir sus acciones. Esto es particularmente notorio al momento de filmar aves que son muy movedizas, tímidas y la gran mayoría pequeñas. Si a eso le sumamos que generalmente uno se encuentra en un ecosistema natural húmedo, resbaladizo, con cientos de insectos que te dicen que allí la vida esta en eclosión y que debes literalmente sumergirte en ello, pues el conjunto se convierte en una experiencia extrema y casi un rito de pasaje. En esos instantes, cuando nuestros sentidos están sumamente estimulados es que la magia empieza, las aves aparecen, intuyen que eres parte del lugar y se muestran para felicidad de tus ojos y del dedo que dispara el botón de grabación. Son segundos de gran placer, como cuando un pescador siente que un pez ha mordido el anzuelo y durante los segundos que va jalando se llena de emoción y ansiedad. Es algo parecido que se suma al hecho de estar documentando la fascinante biodiversidad de nuestro país.

Retomando lo del viaje del 2005, debo decir que las cámaras pequeñas no son muy adecuadas para filmar fauna. Ocurre que la optica que poseen es limitada y cosas como calibrar la exposición toma segundos vitales. Si debes colocar el lente duplicador vas a demorarte o vas a hacer ruído, eso puede malograr importantes oportunidades de filmar alguna especie con el problema adicional que no puedes abrir el encuadre porque el viñeteo en los bordes es notorio. Eso me ocurrió trabajando con la VX 2000, básicamente un problema de iris y de óptica.

Un año después PROMPERÚ nos invitó a iniciar la realización del documental largo de aves del Perú. Esta vez ya había el presupuesto para usar nuestra cámara viajera (Sony Beta SX digital) y su óptica de 28 aumentos (equivalente a un lente de mas de 500mm en fotografía de cine 35mm). Esta vez viajaríamos con un pequeño grupo de ingleses editores de revistas de aves y expertos birdwatchers.

Tomar contacto con el equipamento que emplean los observadores de aves es ir de sorpresa en sorpresa. Desde los modernos sistemas de playback para atraer aves hasta cámaras y telescopios de un increíble alcance que cuadruplicaban el de mi cámara de video, sin embargo, lo mas sorprendente es el desarrollo del sentido de la vista y el oido que han ejercitado para ubicar pajaros del tamaño de un pulgar en medio del bosque. Todavía recuerdo esa madrugada en aquel albergue de Tambopata, cuando a las 4 de la madrugada uno de los ingleses me llevó sigilosamente a su cuarto e invitó a que pusiera el ojo sobre el ocular de su telescopio que apuntaba hacia la oscura selva. Suavemente dirigió su linterna hacia esa oscuridad y por el visor pude ver una escena de antología donde una pequeña ave de colores espectaculares cantaba y se mecia como diciendo buenos días. ¿Cómo pudiste ubicarla? pregunté, él silenciosamente me respondió señalando una de sus orejas. Esa era su mejor herramienta.

Este viaje duró unos 11 días y nos llevó por Madre de Dios, San Martin, Amazonas, Cajamarca y Lambayeque. Fué bastante rápido y conseguí excelentes imágenes de lechuzas, tucanes, trogones y pavas aliblancas en su hábitat natural, ayudó mucho trabajar con un lente profesional y con guias tan buenos como Matt Denton y Fernando Angulo, sin embargo seguí notando la necesidad de mejorar el alcance de mi óptica porque no podía hacer primeros planos o detalles a menos que el ave sea grande o, si era pequeña, a menos de 10 metros. A pesar de que conseguí filmar en el bosque de Pomac a la endémica Cortarrama Peruana (uno de mis principales objetivos de este viaje), pues nuevamente me frustré ya que tampoco logré imágenes del colibrí Cola de Espátula, el que nuevamente apareció y desapareció sin tiempo ni para una foto. Lograr esa imagen se convertía así en un reto personal.

Y ese reto se pudo completar unos meses despues, en julio del 2007, cuando al regresar del rodaje de LA TRAVESIA DE CHUMPI, opté por desviarme unos días hacia Pomacochas, solo, para lograr por fin 20 segundos del esquivo colibrí en la chacra de Santos, el único comunero del lugar que no taló sus bosques para poner ganado y ahora se beneficia por los turistas que diariamente llegan a ver el ave que come de los limoncillos que no fueron talados y pagan una entrada por ello.

Ese mismo año, en octubre, tuvimos luz verde para continuar con las filmaciones, esta vez nos concentraríamos en la ruta centro y la ruta sur de observación de aves. Si teniamos buen clima podíamos necesitar un mínimo de 45 días para lograr las imágenes, sin embargo esto podría alargarse si no mejorábamos la óptica de la cámara. El lente que yo quería, uno de 56 aumentos, costaba ¡$55 mil dólares! y en el Perú nadie lo tenía. La solución sería comprar un duplicador Century para lentes broadcast de 2/3 con un costo 50 veces menor. Como el lente de mi cámara era de 14 aumentos (28 usando su duplicador incorporado), con el duplicador adicional estaría cuadriplicando la distancia focal, es decir, se convertía en un lente de 56 aumentos (equivalente a casi 1200mm. en optica de cine 35mm) pero con la desventaja de perder 4 stops de exposición. El caso es que la cámara SX digital tiene una gran sensibilidad y al hacer algunas pruebas comprobé que la exposición podría tener un margen en la apertura y quizás no sería indispensable exigir máximas aperturas al iris (lo que reduciría la profundidad de campo). En setiembre llegó mi lente y quedé maravillado porque en realidad solo reducía 3 stops y no causaba las aberraciones cromáticas o falta de definición temidas. Estábamos preparados para viajar.

Hasta ese momento los viajes los había hecho sin el apoyo de un asistente de cámara ni sonidista, para esta nueva etapa tendría el apoyo de Alex Giraldo y viajaríamos en mi camioneta acondicionada para los duros tramos que recorreríamos y que incluían las selvas de Satipo y las del Manu. Serían unos 8 mil kilómetros en las mas duras condiciones y contra el tiempo por el inicio de la temporada de lluvias. Ahora si contaríamos con buena óptica, luces, micrófonos ambientales inalámbricos y todas las cosas que había extrañado los dos años anteriores, pero sobre todo podría poner a prueba la experiencia ganada en filmación de naturaleza.

¿Cómo prepararse para filmar casi 1000 especies de aves en las siguientes semanas?.

El recorrido estaba planificado para grabar desde Ancash hacia el sur las principales locaciones para observación de aves, cerca de 100 puntos a los que llegaríamos con apoyo de los guias de Kolibri Expeditions Gunnar Engblom, Alejandro Tello, Juan José Chalco y Alex Durán. Para ir haciendo un plan de rodaje compramos el libro “A Bird-Finding Guide to Peru” de Thomas Valqui que daba una descripción medianamente clara de los recorridos y para los playbacks descargamos cantos de aves de una página web que tiene cientos de cantos de aves peruanas. Nuestro viaje coincidió con la publicación del libro "Birds of Peru" de Thomas S. Schulenberg, Douglas F. Stotz, Daniel F. Lane, John P. O'Neill & Theodore A. Parker III, una excelente guia que usamos durante gran parte de la ruta (aunque los guias señalan que los colores de las aves dibujadas en el libro son inexactos y podría causar confusión). La verdad esta sería una maratón en busca de aves porque una cosa es verlas, otra fotografiarlas y otra filmarlas. Filmar un ave requiere lograr algunos segundos con calidad técnica, expresiva y además lo suficientemente cerca como para visualizar las características físicas de las especies; definitivamente necesitábamos mucho tiempo para el largo recorrido asi que la solución fue alargar nuestros días de trabajo de 4 am. hasta el último instante de sol. Los equipos estaban calibrados, probados, así que la parte técnica no traería problemas.

Noviembre 2007. El primer viaje hacia el Parque Nacional Huascarán. Este primer viaje lo realizamos sin un guía por un cruce de cronogramas, sin embargo nos sentiamos preparados para reconocer las especies claves y llegar a las locaciones de avistamiento; definitivamente nuestro conocimiento de los lugares ayudaría bastante y por eso decidimos seguir. Con el apoyo de un guardaparques de INRENA realizamos todo el recorrido. Pernoctamos en el local de los guardaparques y tuvimos una excelente bienvenida compartiendo comidas y conversaciones con estos sacrificados trabajadores que deben vigilar y proteger estos ecosistemas sin contar con los elementos mínimos para su labor. Para los patrullajes no contaban con una carpa y la radio estaba dañada imposibilitando la comunicación con Huaraz. Por las noches sentimos varios deslizamientos de nieve de regular intensidad, los guardaparques señalan que en estos últimos años eso se ha vuelto muy común debido a los deshielos generados por el cambio climático y que la cosa va increscendo, realmente preocupante porque esto ocurría justamente en la zona donde se produjo el alud que hace 38 años destruyó Yungay y Ranrahirca. A tomar en cuenta autoridades.

¿Cómo fue filmar en altura?, pues una experiencia diferente a la selva, definitivamente. La humedad y el frío aqui congelan las manos y los mecanismos de la cámara. El forro Kata de la cámara es versátil, para frio o calor y protegió bien los mecanismos, pero el lente no va protegido al igual que el trípode. Cuando uno no se mueve por más de 30 minutos en alturas superiores a los 4000 metros el frío cala y para evitar esto no basta el equipo técnico habitual de los andinistas, hay que recurrir a algunos trucos de campesinos, como sentarse en pellejo de oveja o forrar el fondo de los zapatos y parte de tu cuerpo con papel periódico (si, tal como lo leen), además en la madrugada el sereno va cayendo y debes proteger doblemente tu cuerpo con un buen poncho de agua, el forro impemeable de la cámara y un paraguas negro pequeño para cubrir a ambos. Las botas de jebe negras pueden ser una solución barata para evitar el frío de los pies, pero generalmente hacen transpirar y el sudor al enfriarse acrecienta el frio, lo mejor son las botas goretex de caña alta. La llovizna cae generalmente en ángulo mojando permanentemente la óptica o el visor, para controlar este problema lo mejor es utilizar un matte box con el french flag superior desplegado. El camuflaje en estas condiciones se complica, sin embargo basta con guardar silencio y movimientos suaves para no espantar a las especies. Recomendamos guantes negros para que se mimetice con el lente ya que esta pieza es lo primero que el ave nota y una mano descubierta moviéndose puede ser mas notoria que el resto del cuerpo, generalmente estático.

A veces las tomas requieren de posiciones difíciles. Ciertas aves pequeñas requerían ser grabadas a ras del piso y para ello siempre llevo conmigo un poncho de agua verde adicional. Lo despliego en el suelo (en bofedales o altura generalmente está húmedo) y alli me tiendo con la cámara a filmar. Un excelente complemento para estas tomas a bajo nivel son los mangos que adaptamos a nuestra cámara, los que podemos angular a voluntad y se convierten en una suerte de baby tripod extremo. El 90% de las tomas requirieron de que el camarógrafo se acerque solo, sin asistente, al punto de filmación, por ese motivo debimos adaptar el micro shot gun en la cámara para evitar la presencia del sonidista y así minimizar el riesgo de espantar las especies. En otras oportunidades se tuvo que caminar por senderos complicados llevando uno mismo la cámara y el trípode mientras el guía de INRENA observaba con sus binoculares la presencia de especies, en suma, condiciones atípicas para las cuales debemos estar emocionalmente preparados.

Como parte de los aspectos técnicos tengo que señalar que hubieron problemas con el duplicador óptico, básicamente debido a la escasa luminosidad de la madrugada o del atardecer que son los mejores momentos para filmar aves. Nos vimos obligados a trabajar con el iris totalmente abierto y esto ocasionó que nuestra profundidad de campo sea cortísima, milimétrica, problema que se acentuaba notoriamente cuando el ave se movía. Por otro lado, en la óptica profesional forzada al extremo con el iris abierto y el tele en la máxima distancia focal aparece una suerte de fantasma sutil que puede invalidar la toma. Esto lleva a trabajar con mucho criterio los posibles lugares donde el ave se posará y eligiendo el mas iluminado. Utilizar una luz portátil no ayuda mucho en esas horas de semi penumbra.

A pesar de que el motor de nuestra camioneta Toyota estaba en excelente estado, las fuertes nevadas y lluvias a casi 5000 metros afectaron algunas piezas como el limpiaparabrisas. Piedras de la carretera destrozaron el tubo de escape y se desarmó todo el sistema de amortiguación del lado izquierdo recientemente cambiado. Además en el abra, a casi 5000 metros se pinchó una llanta (la primera bajada en 7 años) y descubrimos que el aro estaba prácticamente pegado al carro. Tuvimos que esperar el pase de algún camión para prestarnos una comba y con ella lograr despegar el aro del carro. Era un aviso para preparar mejor el carro con miras a las siguientes semanas de filmación.

De regreso en Lima y ya con Gunnar como guía, filmamos en Lachay y Paraíso (Huacho) donde tuvimos mucha suerte y registramos las aves endémicas estrellas. Muy interesante como en un sitio tan visitado como Lomas de Lachay, al lado de donde se estacionan los autos, anida el ave mas buscada de esta reserva (Thick– billed Miner) y que solo vive en el Perú.

La siguiente etapa se inició en diciembre, una aventura en toda regla: carreteras escondidas que se revelaban a nuestra cámara, aves maravillosas en espacios muy asequibles, un clima en transición entre la niebla, la lluvia, la nieve y por momentos algo de sol. Una locura para nuestro balance de blanco. Algunas cosas para resaltar: la lechuza paca paca (una de las mas pequeñas del mundo) a solo dos horas de Lima. En esa misma localidad de Huachupampa 7 cóndores volando frente a nosotros (si, en Lima, no en Colca). Las codiciadas aves endémicas de Marcapomacocha y Ticlio que nos costaron 6 visitas y larga espera en la nieve. La grabación nocturna en Cueva de las Lechuzas acompañados de 12 policias armados por una coyuntura de ataques subversivos en Tingo María. La búsqueda de las pequeñas aves llamadas tapaculo en medio de la neblina y la grabación de dos especies nuevas para la ciencia y que aún no tienen un nombre científico (Mantaro Wren y Tapaculo de Milpo). Pero la escena cumbre fué nuestro ascenso a Unchog y filmar al evasivo buthraupis o tangara dorsi dorado, la estrella máxima de este viaje y que nunca había sido filmada con equipos profesionales.

Durante estos 18 días de viaje Gunnar aprovechó para sostener reuniones con diversos alcaldes como el de Carpish, Mariposa, Apalla entre otros, con el fin de seguir puliendo el proyecto conjunto de educación ambiental y observación de aves que busca organizar mejor las ya esporádicas visitas de turistas en esta ruta tan prometedora y que innegablemente será un ingreso económico más para estas poblaciones que por ahora solo viven de la agricultura.

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Los días finales estuvieron marcados por sucesivos huaycos, otro mensaje de lo que podríamos encontrar en enero cuando grabásemos en la ruta sur.

Hace varios años me enteré que entre diciembre y enero nacen gran parte de las especies animales del Perú (no solo aves) y que es una buena oportunidad para grabarlos en sus nidos o madrigueras. No puedo asegurar que esto sea algo aplicable a costa, sierra y selva, lo cierto es que el viaje hacia el sur fué muy rico en imágenes de pichones y justamente una de las primeras tomas que logramos en los humedales de Puerto Viejo fue un par de pequeñísimos pichones del Siete Colores, imágenes tan hermosas que cierran el documental. En Lunahuaná logramos imágenes de una especie que no debía estar allí, el pato de los torrentes, común en sierra y selva alta y que ahora había bajado hasta los valles de costa. En la Bahia de San Fernando encontramos una biodiversidad tan concentrada que en un par de horas se hicieron tomas magníficas entre las que resaltan los 7 condores que viven permanentemente allí y que volaron por mas de una hora sobre nosotros, a pocos metros, como tratando de decirnos que ellos no solo deben ser asociados con las alturas de los Andes, que también las costas marinas son parte de sus dominios. Todo un espectáculo que esperamos se siga repitiendo mucho tiempo mas.

Avanzando mas hacia el sur logramos muy buenas imágenes en Lagunas de Mejia, sobre todo lechuzas y garzas que todavía no tienen el nerviosismo que las de su misma especie en lugares como Humedales de Villa en Lima. En Salinas y Aguada Blanca en las alturas de Arequipa las tropas de flamencos son un deleite hipnótico para las cámaras. En el Lago Titicaca fue muy sencillo avistar muchas especies de patos y al endémico Zambullidor del Titicaca y recomendamos la locación de Chucuito para aquellos realizadores que quieran grabar especies de altura. Antes de Cusco, en la Laguna de Huacarpay, también fué bastante sencillo filmar al colibrí mas grande del mundo (Gigas Patagonia) y captar imágenes de aves de la selva como el ibis espátula rosada que es rarísimo en este lugar. De hecho cuando Gunnar vió las imágenes creyó que correspondían a otra locación.

El Manu es un destino soñado por miles de personas y ultimamente el Manu Road, la famosa ruta de observación de aves, es un atractivo adicional en camino al parque. Trasponiendo Tres Cruces ingresamos a Cosñipata y en cada curva de ese hermoso descenso se puede filmar diferentes especies, desde las mas pequeñas hasta pavas y águilas. Falto tiempo para cubrir todo lo que se presentaba frente a nuestros lentes, faltó tiempo para registrar cada maravillosa quebrada, caida de agua, montaña, líquenes y niebla con formas lúdicas. Esta región es una maravilla que amerita por si sola una película o un especial, sin embargo nosotros nos limitamos a capturar en cinta sus aves y de ellas recuerdo la emoción de ubicar al mimético andean potoo (pariente del ayaymama de las leyendas) y observar el ave que me había fascinado desde niño, la negra ave sombrilla que pudimos filmar a casi 200 metros de distancia. Para finalizar este tramo del viaje terminamos en uno de los albergues del Manu viajando de árbol en árbol trepados en un sistema de manubrios deslizantes sobre cuerdas de 100 metros de largo. Fueron 4 vuelos a igual número de plataformas que permiten conocer el dosel del bosque en este sistema llamado canopy, una forma adrenalínica para acercarnos más a nuestras estrellas, las aves.

Regresar a Machu Picchu siempre es reconfortante, pero ahora nos regalaba una nueva dimensión: con nuestro guia Alex Durand pudimos filmar decenas de especies de colibríes y otras aves endémicas al lado de orquídeas y paisajes alucinantes. Desde ahora viajar a Machu Picchu tendrá un doble atractivo para nosotros porque bastaron pocas horas para poder captar a cortísima distancia numerosas especies. Con esta información seguramente muchos realizadores jóvenes se animarán a filmar algún documental sobre aves de Machu Picchu, sería una buena idea y completamente viable con un presupuesto limitado porque no se requerirá de equipos muy sofisticados: con paciencia las aves posan para ti.

El último segmento del viaje fué rumbo al Abra Málaga y Quillabamba. Era fines de enero y el mal clima entorpeció mucho el trabajo, sin embargo logramos excelentes imágenes del quetzal y del colibrí pico espada. Las nevadas y lluvias en los relictos de queñuales al lado del nevado Verónica malograron nuestro último día de filmación y nos hicieron pensar que debimos ser mas firmes para empezar antes de octubre o posponer el rodaje para después de abril, fechas donde el clima hubiese sido el mas amigable. A tomar en cuenta.

De estos casi 50 días de rodaje resultaron dos documentales que PROMPERU debe estrenar antes de finalizar el 2008: RUTA CENTRO y RUTA SUR, cada uno de 21 min. Me encanta especialmente la careta de entrada, el minuto inicial introductorio porque se hizo en base a planos detalles de picos, plumas y ojos de aves con una maravillosa melodía compuesta por Pepe Chiriboga. Son documentales que tienen muy poca narración porque hablan por si solos, algo hacia lo que apunto ya que, mas que un relato científico, pretendo que el ave y su contexto transmitan sensaciones naturales. Pienso que ambos son documentales bastante atractivos que van a dar que hablar cuando se estrenen, sin embargo los sigo viendo como algo inicial, un esfuerzo que abrirá las puertas a otras experiencias similares con mas previsión logística y presupuestal. Aprendimos que es factible especializarse en filmación de fauna en el Perú, es algo deseable en el "país de la biodiversidad" donde llegan equipos de televisión de todo el mundo a realizar documentales de nuestra naturaleza mientras la mayoría de realizadores peruanos se ocupan de otros temas. Al respecto pueden leer el artículo CINE Y MEDIO AMBIENTE EN EL PERÚ que escribí para CINEENCUENTRO:

http://www.cinencuentro.com/2008/05/19/cine-y-medio-ambiente-como-andamos-en-el-peru/ .

Justamente estoy convencido que el Perú no es el país de los Inkas, como decía hasta hace poco el refrán utilizado por PROMPERU, el Perú ES EL PAÍS DE LA BIODIVERSIDAD que no solo describe una realidad incuestionable, sino que también propone una visión integradora en torno a un consenso objetivo que comparten todas nuestras regiones. Utilizar esta marca-país, PAÍS DE LA BIODIVERSIDAD, sería mas lógico ya que los visitantes son atraídos por esa cualidad de nuestra tierra por sobre el interés arqueológico y cultural, que también es fuerte, además, en estos tiempos de cambio climático, de escasez de agua, de presencia de productos transgénicos, de regreso hacia lo orgánico y el desarrollo sostenible nuestra biodiversidad se convierte en un tesoro actual y para el futuro. Cuando asistí a la segunda cumbre de la tierra en Johannesburgo, Sudáfrica, se formó la alianza de países megadiversos de la que Perú es parte y tomamos contacto con experiencias a escala global y las valoraciones que se perfilan en la construcción de nuevos paradigmas que, dejando de lado esta era de transición llamada postmodernidad apuntan hacia una ideología donde LO VIVO será el eje de todo y sobre lo cual se construirán políticas y filosofías de una nueva sociedad. Lo "marketero fácil" no puede ponerse sobre los consensos nacionales de autoidentidad, hay que ver más allá e identificarnos como PAIS DE LA BIODIVERSIDAD es el camino más inteligente para ir integrándonos en torno al tan buscado proyecto de país.

Para terminar, ¿es caro filmar naturaleza?, si queremos hacer algo como Discovery Channel posiblemente lo sea, sin embargo podemos proponernos objetivos mas a nuestro alcance. Por ejemplo solo Lima tiene cuatro espacios riquísimos en biodiversidad que pueden ser retratados con cámaras pequeñas ya que las especies están a muy corta distancia y no necesitas super teles (un duplicador para cámaras pequeñas puede costar unos 200 soles). Las cámaras pequeñas no son lo mejor pero si trabajan en base a la espera (es decir con paciencia), pues las especies terminarán acercándose a poquísimos metros. Estos lugares son Los Humedales de Villa, los Humedales de Ventanilla, los Humedales de la Punta y el Olivar de San Isidro, lugares a donde podemos llegar tomando un bus. Eso si, no olviden tramitar el permiso de filmación con la autoridad correspondiente.

Finalmente propongo que para realizar estos trabajos entren en ARMONIA CON EL ENTORNO. Es una técnica que quizás tenga que ver más con la filosofía o con nuestra procedencia y actitud, pero ayuda a no alterar el ambiente donde se trabaja y a "leerlo" . Mi asistente Alex, nacido y criado en Quillabamba, se convirtió en el principal rastreador de aves, incluso superando en varios momentos a los guías expertos, es que Alex se integraba, entraba "en frecuencia" como decimos y podia mirar casi como un indígena, tridimensionalmente, y las aves en vez de alejarse se acercaban a nosotros al sentir nuestra energía fusionada con el entorno. Es un tema que seguramente puede suscitar polémica y que se ve más en comunidades indígenas donde cazadores y perros son "curados" para que los animales no los sientan utilizando algunas plantas maestras. Yo empleo este sistema de la armonía y la verdad siento que es tan efectiva que los comentarios de los guías durante la filmación era: "pareciera que las aves van hacia Ustedes". Espero que así siga siendo y tambien quisiera profundizar en esta técnica para lograr filmar de cerca a algunas aves que todavía están fuera de nuestro catálogo como el águila harpía, la lechucita bigotona o la tangara bufanda amarilla. Esperamos continuar filmando fauna, es un placer al que no podemos negarnos.

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Los documentales de la Ruta Centro y la Ruta Sur ya pueden verse en Internet:

RUTA CENTRO

RUTA SUR

29/10/08

PD: Nuestro eterno agradecimiento a los guardaparques de INRENA, gente que hace años protege esforzadamente las maravillas naturales del Perú y que nos apoyaron en todo momento.

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